El payaso no soy yo, sino ésta sociedad monstruosamente cínica y tan puerilmente inconsciente, que juega al juego de la seriedad para disimular su locura.
Salvador Dalí

miércoles, 14 de mayo de 2008

Pensamientos olvidados, que lloran en la oscuridad.


Se me hace dificil empezar
Empezar a que? a decir lo que siento lo que soy
empezar a expresar cosas que ni no yo misma sé
me miro en el espejo, pero por más que busco no encuentro mi reflejo
veo una niña que es lo que todos dicen. Pero esa no soy yo,
Se qe no soy yo.

Intento decir algo, escribir algo. Nunca dije lo que pensé, ni lo que dije muchas veces lo pensé.
Sigo buscando en mi camino, encuentro de todo, todo lo que quisiera ser.
Todo lo que me gustaria, pero aun no me encuentro.
Avanzo
avanzo, creo que ya terminaré este camino.
Miro hacia el frente y sigo viendo a esa niña, esa mujer, desconocida para mí.
Veo una luz al final, espero no sea la ultima vez que la vea.

Avanzo.
La quiero alcanzar, tocar, sentir su calor entre mis manos.

Sigo.
Llegue a ella, pero por mas que lo intente, mi manos resbalaron, perdí el equilibrio y caí.
Desperte hoy, creo que han pasado ya dos días.
El suelo está algo mojado, húmedo.
Respiro, siento un leve aroma a tierra mojada ese que me recuerda las veces en que me sentaba
y veía a mi mamá jardinear, ese olor a pasto mojado recien cortado que me encanta lo tengo guardado, aún.
Miro a mi alrededor, nose donde estoy es un lugar extraño, intento hacer memoria, pero no logro recordar. Hay una casa. Pequeña pero se ve acogedora. Oigo música, me gusta.
Intento acercarme pero mi cuerpo no lo permite, está demasiado cansado como para moverse. Cierro los ojos y respiro. Tranquila, estás bien.
Miro hacia el cielo, ese cielo de color celeste para otros y magnífico para mí.
Ese cielo que con sus nubes me hacia soñar, imaginando cosas, figuras.
Intento mover mis manos, toco algo. Es un objeto, se me hace conocido.
Me arrastro e intento acercarme, es un espejo, roto pero espejo al fin.
Lo observo con cuidado, cierro los ojos y pongo mi rostro enfrente de él.
Con todas mis fuerzas abro mis ojos, esperando encontrar algo diferente.
Lo encuentro, yo, no estoy ahí. Solo veo el reflejo de una figura.
Está de espaldas. Solo logro ver su cabello bailar al ritmo del viento.
Esa figura Me dá serenidad, me da paz.

Cierro lo ojos esperando encontrar algo en aquel lugar desconocido que me traiga recuerdos,
que me dé fuerzas. Los abro, vuelvo a ver aquella luz, luz hermosa, deseo tomarla.
Me acerco, despacio, tranquila, no quiero que se escape, abro los ojos.
Despierto.

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