El payaso no soy yo, sino ésta sociedad monstruosamente cínica y tan puerilmente inconsciente, que juega al juego de la seriedad para disimular su locura.
Salvador Dalí

lunes, 2 de marzo de 2009






Tu partida me marco y de regalo dejo una herida en mi corazon. Te espere por tanto tiempo, sin ver tu sombra, me volvía loca
Tu misterio se fue ruborizando con el tiempo y la amplia neblina dificultaba tu llegada

En aquella lúgubre calle, de inquietante suelo, cai desarmada cuando comprendi lo que sucedia.
Que, tu silueta ya no me acompañaria, que ya no volariamos
El replandor de la luz, cegaba mis ojos y durante un instante, tartamudee al intentar decir tu nombre. Tu aroma seguia impregnado en el camino y mi piel era ya, tu marca registrada.


No hubo forma de salir de ahi, cai desesperada y abruptamente al caliente suelo que crecia bajo mis pies.

Tu sonrisa hoy no es mas que el tenue recuerdo de algun dia en que me acompañabas.
Mi sonrisa hoy, es solo el triste recuerdo amargo de tu compañia.

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