El payaso no soy yo, sino ésta sociedad monstruosamente cínica y tan puerilmente inconsciente, que juega al juego de la seriedad para disimular su locura.
Salvador Dalí

miércoles, 3 de febrero de 2010




Con el silencio negro de la oscura pieza
en aquel cuarto donde la soledad reina
y acompaña la tristeza, te recuerdo.
No fue algo malo conocerte, pero
que te hayas ido,
dejandome pensativa
mientras el mundo seguia su curso
Dejandome sin saber si realmente alguna vez apareciste,
fue tu peor error.
Porque quizás fue lo mejor
pero necesito saber de tu boca, que no es nada,
que mi cabeza me traiciono una vez más,
y solo fue el desvelo de una noche lo que me hizo soñar.

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